Temperatura (colores) para el nivel de 850 hPa, y presión atmosférica a nivel de la superficie (líneas blancas). Previsión del modelo americano GFS / NCEP para el 30 de enero de 2019.

Norteamérica (Canadá y los Estados Unidos) están a punto de sufrir los efectos de una oleada ártica. Los expertos la califican como la más intensa en varias décadas, esperándose que se batan récords de temperaturas en diversos lugares.

Pero, además, este fenómeno va a condicionar el tiempo que vamos a tener en Europa Occidental en los próximos días. Ahora veremos por qué.

Las anomalías más marcadas de todo el Hemisferio Norte

Para hacernos una idea de cómo de intenso va a ser el frío que van a sufrir en algunos estados, solo hay que ver en el mapa de encabezamiento que temperaturas de -35ºC a 850 hPa se van a registrar a latitudes similares a las de Madrid.

Anomalía de temperatura al nivel de 850 hPa. Previsión del modelo americano GFS/NCEP para el 30 de enero de 2019, 00 UTC.

Si comparamos ese valor con otros alcanzados durante olas de frío célebres en nuestro país, la diferencia es de, como poco, el doble.

Es decir, episodios de fríos y nieves relevantes en España se han dado asociados a isotermas de -10 y -15ºC a lo sumo; quizás valores inferiores cerca de los Pirineos.

Sólo que hay que ver, en la figura superior, que la desviación de temperaturas justo donde se esperan isotermas de -35ºC o menos a 850 hPa, se corresponde con -28ºC respecto a los valores que serían normales en esta época, según la climatología 1979 – 2010.

La razón de que aire gélido como este consiga bajar tanto de latitud es la simple existencia de Norteamérica.

Este territorio se convierte en una auténtica autopista para las expansiones de aire ártico. Al no pasar sobre ninguna superficie marítima, no se recalienta tanto, y el frío consigue llegar intacto más abajo de latitud.

Por eso en nuestro país son tan temidas las olas de frío siberianas. Éstas, al recorrer Europa sin pasar por ningún océano, consiguen llegar con mucho frío hasta nuestro país.

Y ni que decir tiene de sus efectos a su paso por los distintos países europeos, antes de llegar a España.

Información en español desde los USA

Gracias a hombres del tiempo españoles, residiendo en los USA, y trabajando allí en canales de noticias en castellano, podremos estar bien informados.

Se trata de personas fantásticas como Pablo Sánchez, o Albert Martínez, a quienes enviamos desde aquí un afectuoso saludo.

Implicaciones en el tiempo para Europa Occidental

La ola ártida de Norteamérica va a tener implicaciones en el tiempo del que disfrutaremos en Europa Occidental en los próximos días.

Y es que, tal como se indica en las animaciones superiores, de la Agencia Británica de Meteorología, Met-Office, la expansión ártica va a tener una respuesta en un ascenso de masas cálidas subtropicales, que van a alimentar al Chorro Polar y a su meandrización aguas abajo.

En este mapa de anomalías de temperatura a 850 hPa, a nivel hemisférico, se ha indicado el progreso de las mismas. Las más negativas, profundizando en latitud. Las más positivas, al contrario.

Y esa ascensión, a su vez, forzando a otras negativas (asociadas con aire frío polar marítimo) a dirigirse a Europa Occidental (incluyendo a España).

Al final, mientras en Norteamérica se van librando de la oleada ártica, una expansión polar marítima llegará hasta nosotros, proporcionando un nuevo temporal de viento y nieve, especialmente a los lugares recientemente afectados por otro temporal análogo.

A este respecto, comienzan a saltar los chivatos en la zona de la Cordillera Cantábrica y los Pirineos, donde se esperan de nuevo fuertes nevadas.

Quizás la situación pueda ser distinta a la última, porque las previsiones no indican interacción con un río de humedad atmosférica como ocurrió entonces.

Así, puede que las precipitaciones NO sean tan abundantes, aunque es posible que sean de nieve en cotas más bajas.