Una investigación demuestra que el polvo del desierto enfría ligeramente el planeta

Una investigación ha demostrado que el polvo del desierto enfría ligeramente el planeta.

El trabajo ha evaluado el impacto que las tormentas de polvo generadas en los diferentes desiertos de la Tierra, tempestades que han aumentado en las últimas décadas de forma importante.

Como recordaréis, en otras ocasiones nos hemos referido a cómo el polvo del desierto influye en diversos parámetros bioclimáticos o en la salud de los ecosistemas, por alejados que estén de los desiertos.

El polvo del desierto enfría el planeta

Este estudio ha detectado que las tormentas de polvo han aumentado del orden del 55% desde mediados del siglo XIX.

Y esa cantidad de polvo es capaz de atenuar el efecto del calentamiento global que se viene observando en las últimas décadas en el planeta.

Es decir, si los niveles de polvo disminuyesen, la temperatura global de la Tierra debería de aumentar.

Un incremento variable

Pese a que de forma absoluta los niveles atmosféricos de polvo del desierto han aumentado desde la época preindustrial, dicho incremento ha sido muy irregular.

Esto ha puede estar motivado por distintas variables naturales lo que implica que los científicos no pueden predecir con exactitud cómo evolucionará la cantidad de polvo atmosférico en las próximas décadas en la Tierra.

¿Por qué enfría el polvo del desierto la atmósfera?

Debido a las interacciones atmosféricas con la luz solar y la nubosidad, cuando el polvo cae a la Tierra puede oscurecer la nieve y el hielo al depositarse sobre ellos, haciendo que absorban más calor.

El polvo también enfría el planeta al depositar nutrientes como el hierro y el fósforo.

Cuando esos nutrientes aterrizan en el océano, por ejemplo, favorecen el crecimiento del fitoplancton que absorbe dióxido de carbono de la atmósfera, provocando así un efecto neto de enfriamiento.