Imagen visible de alta resolución, 22 de julio de 2016. Oleada de ciclones tropicales en el Pacífico Noreste. Ninguno en el Atlántico.

Imagen visible de alta resolución, 22 de julio de 2016. Oleada de ciclones tropicales en el Pacífico Noreste. Ninguno en el Atlántico.

Llevamos más de un mes sin que se forme ningún ciclón tropical en la cuenca del Atlántico Norte mientras que, por contra, en el Pacífico Noreste, hay toda una oleada de estos fenómenos meteorológicos. Es, precisamente, lo que se puede ver en la figura superior ¿A qué se debe esta gran diferencia de actividad?

Sin duda, la gran diferencia perpetua entre el Pacífico Noreste y el Atlántico Norte es la presencia del continente africano y la fuerte influencia que ejerce éste sobre la ciclogénesis tropical en esta cuenca oceánica.

Especial importancia tienen las oleadas de polvo subsahariano en suspensión que, cíclicamente, penetran en el Atlántico desde África y que en Meteorología Tropical se conocen por las siglas en inglés de SAL, Saharan Air Layer, o Estrato de Aire Sahariano que, además de estar cargado de polvo en suspensión, es muy seco y estable, de forma que inhibe los procesos de ciclogénesis tropical.

El aire seco destruye los procesos convectivos, que son de suma importancia en el desarrollo de los ciclones tropicales. De tal manera que las ondas tropicales, que son la principal semilla de formación de los ciclones que afectan a los países caribeños y los USA, si se ven afectados por estas masas de aire, no consiguen desarrollarse.

Lógicamente, también hay otros factores que, en su presencia o ausencia, pueden contribuir de forma positiva o negativa en su desarrollo. Por ejemplo, la cizalladura vertical del viento, que tiene que ser lo más baja posible; o la propia estabilidad del aire, que tiene que ser también baja.

Para el Pacífico Noreste, África queda ya muy lejos. Así, el polvo subsahariano no llega tan concentrado o no llega. Sí que lo hacen numerosas ondas tropicales. Y, allí, con los factores negativos prácticamente ausentes (polvo, aire seco, estabilidad del aire…), las semillas ciclogéneticas consiguen germinar y dar lugar a ciclones tropicales. ¡Esto es lo que está ocurriendo últimamente!

Temporada hiperactiva en el Pacífico Noreste.

Por ahora, la gran oleada de ciclones tropicales que está teniendo lugar en el Pacífico Noreste, está dando lugar a una temporada hiperactiva.

Gracias al meteorólogo e investigador Philip Klotzbach, de la Universidad del Estado de Colorado, y a quien citamos con frecuencia, conocemos datos muy interesantes: por ejemplo, que la tempestad tropical Georgette se ha intensificado a huracán, convirtiéndose en el 4º de la temporada, y batiendo el récord de huracanes para un mes de julio.

Otro dato interesante que aporta es el de que Georgette se convertía en la 7ª tempestad nombrada, igualando el récord de 7 para un mes de julio de 1985.

Temporada en stand-by en el Atlántico Norte.

Probabilidad de formación de ciclones tropicales en los próximos 5 días, hasta el 29 de julio de 2016. Crédito: CNH.

Probabilidad de formación de ciclones tropicales en los próximos 5 días, hasta el 29 de julio de 2016. Crédito: CNH.

Y mientras tanto, la actividad de ciclones tropicales en el Atlántico es nula………….. Las ondas tropicales emergen desde África, pero acompañadas de tormentas de polvo, y con otras condiciones atmosféricas hostiles; por lo que no hay desarrollo alguno.

Sin embargo, los días pasan… y el momento en que estadísticamente se forman más ciclones, también va llegando, tal como indica el Servicio Meteorológico Nacional de los USA. Por lo tanto, en cuestión de tiempo que asistamos al nacimiento de algunos más, aunque por ahora no hay evidencias de que esto vaya a suceder pronto.

Anomalía de temperaturas de las aguas superficiales oceánicas (SST) a nivel mundial, 21 de julio de 2016.

Anomalía de temperaturas de las aguas superficiales oceánicas (SST) a nivel mundial, 21 de julio de 2016.

Además, si echamos un vistazo a las anomalías de temperatura de las aguas superficiales oceánicas, observamos que todo el Atlántico Tropical (la Región de Desarrollo Principal, el Mar Caribe, el Golfo de México y Atlántico Occidental) presentan amplias anomalías positivas, con aguas más cálidas de lo normal. Estas anomalías se extienden también al Atlántico Subtropical oriental que baña a España y Portugal.

Este es un indicador de que los ciclones que logren desarrollarse, si no encuentran ambientes hostiles asociados a cizalladura del viento, podrán disponer de una buena fuente de energía para intensificarse. Esto habrá que tenerlo muy en cuenta.

Mientras tanto, seguimos vigilantes en el canal de nuestro foro dedicado al seguimiento de estos fenómenos meteorológicos tan apasionantes.