Los tornados tienen un pronóstico muy complejo. Los modelos numéricos cuentan con una complicada misión a la hora de prever cuándo y dónde se formarán este tipo de fenómenos meteorológicos tan destructivos.

Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Oklahoma ha presentado un nuevo sistema de previsión basado en la detección de una serie de infrasonidos que las tormentas emiten antes de generar un tornado. Algo que está basado en la respuesta que tienen las aves ante la llegada de fuertes tormentas, al ser capaces de anticiparse y abandonar las zonas donde se van a desarrollar gracias a la sensibilidad que su oído tiene a este imperceptible zumbido para los humanos.

Infrasonidos emitidos por las tormentas severas

Esta teoría, que ahora se ha convertido en un hecho real con la materialización de un sistema de previsión de tornados, no es nueva. Desde mediados de la década de los 1990 los científicos saben que estas tormentas severas emiten un zumbido en el infrasonido cercano (entre los 0,5 y los 20 Hz) que se puede detectar hasta una hora antes de que se forme el tornado.

10 minutos antes y a 15 Km de distancia

Los investigadores han logrado crear un sistema de detección eficaz, capaz de detectar un tornado con hasta 10 minutos de antelación, prediciendo su posición y tamaño a unos 15 km de distancia.

La idea es que en un futuro no muy lejano los equipos de detección sean capaces de monitorizar tornados desde cientos de kilómetros de distancia lo que también posibilitaría reducir las falsas alarmas y mejorar los tiempos de aviso, algo positivo tanto para la población en general como para los cazadores de tornados que podrían dirigirse con más seguridad hacia uno de estos embudos de aire.

¿Cómo se detectan los infrasonidos?

Para detectar estos infrasonidos en la atmósfera se deben de emplear al menos  tres micrófonos especiales colocados de forma triangular a una distancia de 60 metros entre ellos.

La clave está en que el análisis de las ondas sonoras sea capaz de discriminar el sonido incoherente (viento, contaminación acústica, etc.)  para filtrar solo la señal coherente que se produce de forma constante en las nubes que generan los tornados.

Los investigadores han comprobado que estas células tormentosas producen una onda de presión uniforme, comprimiendo el aire como si fueran un altavoz y cuanto mayor es la fluctuación mayor es esta presión, de modo que pueden usar las ondas para calcular el tamaño del tornado.

Finalmente, analizando la diferencia mínima de tiempo con que esas ondas llegan a cada uno de los tres micrófonos se puede determinar la dirección más probable en la que se generará el tornado.

Revolución en el sistema de predicción de tormentas

Hasta ahora se habían diseñado otros sistemas para predecir la formación de tornados basados en interferómetros, mediante el análisis de las alteraciones que se producen en un haz de láser, de manera parecida a la detección de ondas gravitacionales.

A juicio de los creadores del sistema, dado que el infrasonido es una fuente independiente de datos, combinando esta técnica con los métodos existentes debería de reducirse el grado de falsas alarmas por la llegada de tornados en Estados Unidos. Actualmente, el 75% de los avisos por tornados son falsas alarmas y esto ha provocado que gran parte de la población tienda a ignorarlos, con el riesgo que ello conlleva.

 

Referencia: “Monitoring infrasound from a Tornado in Oklahoma», by Brian R. Elbing (175th Meeting of the Acoustical Society of America): https://asa.scitation.org/doi/10.1121/1.5035924