Las turbulencias en la atmósfera han aumentado como consecuencia de un mundo más cálido

Las turbulencias en la atmósfera han aumentado como consecuencia de un mundo más cálido, según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Reading.

Los investigadores han cuantificado el porcentaje en el que las turbulencias severas, moderadas o ligeras se han incrementado en las principales rutas de aviación en el Atlántico norte.

Y concluyen que se está fortaleciendo año a año la cizalladura del viento en las corrientes en chorro, causa principal de la mayor ocurrencia de las turbulencias.

Más turbulencias en un clima cálido

No cabe duda de que las turbulencias atmosféricas suponen un trastorno para el tráfico aéreos. Las más ligeras, solo implican un trastorno o una molestia en el pasaje, pero las severas pueden acarrear algún problema de seguridad más serio.

Desde la Universidad de Reading se ha trabajado para investigar por qué están creciendo y han podido vincularlo al calentamiento global.

Concretamente, el análisis lo han realizado sobre el Atlántico Norte, una de las rutas de vuelo más transitadas del mundo.

En esa zona, la duración anual total de turbulencia severa aumentó en un 55 %, de 17,7 horas en 1979 a 27,4 horas en 2020, encontró la investigación. La turbulencia moderada aumentó un 37 % de 70,0 a 96,1 horas y la turbulencia ligera aumentó un 17 % de 466,5 a 546,8 horas.

Mayor cizalladura del viento

La explicación que arguyen es que el aire más cálido como consecuencia del aumento de las emisiones de CO2 está incrementando la cizalladura del viento en las corrientes en chorro, fortaleciendo la turbulencia, en cielos despejados, en todo el planeta.

Los investigadores aseguran que el incremento de la temperatura global de la Tierra aumentará la turbulencia en el aire despejado en el futuro y que se debería de invertir en sistemas mejorados de detección y pronóstico de turbulencias, con el objetivo de facilitar unos vuelos más plácidos en las próximas décadas.