En las Grandes Llanuras americanas, la temporada de tornados se dirige hacia su primer máximo anual, que se alcanza en mayo – junio. Y se nota. La tarde de ayer, es solo un ejemplo. En una sola imagen satelital, se consiguen reunir supercélulas explotando, polvo en suspensión, humo de incendios, mientras anochece por la mitad oriental de Norteamérica.

Una situación atmosférica poco usual.

El ambiente en el que se desarrollaron las tormentas severas en la tarde de ayer, resulta muy interesante y poco usual.

El chorro polar, muy sinuoso, surcaba ayer los cielos de Norteamérica. Pero lo más llamativo era la presencia de una borrasca profunda en casi pleno centro de los Estados Unidos. Con una presión de 989 hPa, se encontraba al otro lado de la Corriente en Chorro, lo que confirma que se encontraba en pleno proceso de ciclogénesis.

En superficie, un patrón clásico con las altas presiones ocupando la mitad oriental del continente. Este patrón determina una circulación de vientos en niveles bajos (ver barbas de viento en el mapa) que recorren el Golfo de México, y transportan humedad hacia el interior. Justo hacia la zona en la que los factores atmosféricos, que determinan una atmósfera favorable para la organización de la convección, estaban en un estado óptimo.

Polvo, vientos intensos, supercélulas

Un ejemplo de la tremenda polvareda que los intensos vientos de niveles bajos consiguieron levantar, se observa en este vídeo captado desde el aire. Se trata de un vuelo de American Airlines a Santa Fe (Nuevo México).

Las Grandes Llanuras, con sus campos secos y baldíos, suponen un lugar ideal para la formación de tormentas de polvo. Ocurren cuando vientos intensos de niveles bajos inciden sobre estas grandes áreas secas, consiguiendo levantar las partículas de polvo a la atmósfera.

Se trató de una jornada perfecta para el desarrollo de estructuras supercelulares muy llamativas visualmente. Un entorno con humedad suficiente para sostener su formación, pero también sin los excesos que favorecen la formación de otra nubosidad que estorba su observación.

Las tormentas tornádicas parece formarse a lo largo de una línea de aire seco o dryline. En esta increíble animación, se observa el humo de un gran incendio, la formación de grandes polvaredas, calles de nubes y la explosión de las supercélulas.

Tormentas que son fábricas de granizo grande

Estas tormentas tornádicas, además de ser potencialmente generadoras de tornados, también son auténticas fábricas de granizo.

En el tuit de arriba podemos ver un ejemplo. Pero, como veremos, gracias a la observación de los satélites meteorológicos de última generación, se puede dar otro punto de vista a estas tormentas.

Por ejemplo, este hilo es espectacular. Pero hay que tener el ojo muy fino y ver la animación varias veces. En el primer tuit está la clave. Presenta imágenes del satélite en las que, en función de la temperatura de las superficies observadas, se colorea de un determinado color.

En este caso, las imágenes son captadas en modo «nieve/hielo», que ayudan a descubrir las superficies cubiertas por estos meteoros. Dichas superficies aparecen coloreadas en tonos entre rojos y naranjas. Citando el tuit en cuestión, en castellano:

«Las imágenes de 1 minuto #GOES16 / #GOESeast Día Nieve-niebla RGB e infrarrojo cercano «Nieve/hielo» mostraron la firma sutil y de corta duración (tonos claros de rojo en RGB, tonos más oscuros de gris en imágenes de infrarrojo cercano ) de una franja de granizo cubriendo el suelo»

Cuesta un cierto esfuerzo ver esa fugaz franja de granizo en tonos rojizos. Y es porque se derrite rápidamente y casi no da tiempo de verlo. Pero para el ojo entrenado y audaz, se consigue ver.

Esto nos demuestra cómo de rica es la Meteorología de Norteamérica, así como el poder y la utilidad de los avances tecnológicos en esta ciencia.