Un vórtice polar débil modifica la incertidumbre del pronóstico a largo plazo

Un vórtice polar débil modifica la incertidumbre del pronóstico meteorológico a largo plazo, en un rango de 3 a 5 semanas, respecto a la fiabilidad de cuando el vórtice se presenta fuerte.

Cada otoño-invierno, estamos preocupados por las condiciones que presenta el vórtice polar estratosférico pues en el caso de España, si está débil, suele propiciar pasadas unas pocas semanas un tiempo inestable.

Pero más allá de lo que pueda suceder en el suroeste de Europa, un grupo de científicos ha hallado una conexión entre la fiabilidad del pronóstico a largo plazo y la robustez del vórtice, algo muy interesante para mejorar las herramientas predictivas en el futuro.

El vórtice polar débil modifica la incertidumbre del pronóstico

Un grupo de investigadores de la LMU (Ludwig Maximilian University of Munich) ha sido capaz de demostrar que un vórtice polar débil modifica la incertidumbre del pronóstico

En el trabajo, publicado en Communications Earth & Environment, los científicos explican que los conjuntos de pronósticos muestran una gama reducida de posibles condiciones climáticas en aproximadamente un 25% en las regiones más septentrionales de Europa.

Como sabéis, los meteorólogos trabajan con un gran conjunto de pronósticos, que agrupan por escenarios similares agrupados de un gran número de pronósticos individuales, los cuales, con el paso de los días de pronóstico divergen en períodos de pronóstico más largos.

Pues bien, después de un estado de vórtice polar débil, estos pronósticos están menos extendidos en el norte de Europa, lo que hace que el tiempo sea más predecible.

¿Por qué ocurre esto?

La razón que esgrimen los investigadores a que ocurra este hecho, estriba en que se produce un desplazamiento hacia el sur de la corriente en chorro del Atlántico Norte.

Esto implica a su vez que haya un movimiento hacia el sur de las trayectorias de las borrascas invernales, que son la principal fuente de incertidumbre en las previsiones durante esta temporada, provocando una menor actividad tormentosa y, por tanto, reduce la incertidumbre en las previsiones en el norte de Europa.

Por el contrario, la incertidumbre sobre las previsiones aumenta en el sur de Europa, es decir, en nuestro ámbito de influencia, al estar las bajas presiones más cerca y convertirse la atmósfera más caótica.