La temporada atlántica de huracanes empieza a despertar de su profundo letargo

La temporada atlántica de huracanes 2022 por fin está despertando de su anómalo letargo. Tras más de un mes en que no se han formado ciclones nombrados, el Centro Nacional de Huracanes de Florida mantiene varios sistemas depresionarios en seguimiento.

Esta activación de la temporada no extraña a nadie, teniendo en cuenta que estamos entrando en el pico climatológico de actividad de huracanes. Septiembre marca el mes en que es más probable que se formen ciclones tropicales, y que sean de gran intensidad.

Hay que tener en cuenta también que estamos atravesando un periodo de tiempo anormalmente largo en que no se ha formado ninguno. Y esto también lo vamos a analizar.

Más de un mes sin ciclones tropicales atlánticos

Si por algo se está caracterizando esta temporada atlántica de huracanes es por la total ausencia de ciclones en el Atlántico tropical desde hace más de un mes. Máxime cuando, de nuevo, se esperaba una temporada muy activa, en la línea de las temporadas anteriores, que fueron hiperactivas.

Tal como indica el meteorólogo Philip Klotzbach, del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad del Estado de Colorado (USA), estamos ante un período de inactividad completamente anómalo.

Tan solo ha habido 4 temporadas, desde 1950, en que no se ha formado ningún ciclón nombrado en el Atlántico Norte, entre el 3 de julio y el 26 de agosto. Fueron las temporadas de 1962, 1967, 1977 y 1982. Esta, de 2022, es la 5ª.

Es necesario recordar que, un ciclón tropical, para que reciba nombre, debe generar vientos con intensidad de tempestad tropical. Es decir, iguales o superiores a 63 km/h. Superando los 118 km/h, se trataría de un huracán de categoría 1.

Un ciclón tropical sin nombrar sería una depresión tropical. Es decir, un ciclón tropical que desarrolla vientos de velocidad inferior a los de una tempestad tropical, pero cumpliendo los requisitos para ser clasificado como ciclón tropical.

Dicho esto, el sr. Klotzbach también destacaba el hecho de que todo parecía estar cambiando en el Atlántico, en el sentido de que pronto se iba a producir el despertar de la temporada.

¿Una consecuencia inesperada más del Cambio Climático?

Evidentemente, fenómenos concretos no pueden achacarse de forma directa al Cambio Climático. Sin embargo, es posible encontrar posibles vínculos.

El conocido meteorólogo estadounidense Ryan Maue mete el dedo en la yaga en ese sentido.

«¿Alguien está dispuesto a admitir que el cambio climático es el culpable de la inactividad extrema de huracanes en el Atlántico tropical, suponiendo una nueva normalidad?»

«¿O es la falta sin precedentes de actividad de tormentas tropicales simplemente pura coincidencia, incluso con el caos climático acelerado? ¿Quizás forzamiento solar? ¿O la erupción del volcán Tonga

El sr. Maue lanza una serie de posibilidades en base a su juicio, analizando la evolución de la atmósfera en los últimos meses a escala global.

«Una explicación probablemente sea más o menos así: La Niña + forzamiento convectivo tropical en el Océano Índico y el lejano Pacífico occidental = respuesta amplificada de la onda de Rossby aguas abajo = vaguadas menos acentuadas y TUTT en el Atlántico norte = más cizalladura del viento y aire seco

«El filtrado de ondas de baja frecuencia desenredaría el componente planetario. Los domos de calor y las crestas anticiclónicas se establecen preferentemente adyacentes o sobre continentes para exacerbar la sequía = bucle de retroalimentación para reforzar las latitudes medias k=4 o k=5.»

«Las temperaturas de la superficie del mar durante las últimas 4 semanas (en comparación con 1991-2020) proporcionan un indicador de los vientos atmosféricos y los patrones climáticos que actúan en la superficie del océano.»

«Según Wikipedia, la temporada de huracanes atlánticos de 1991, después de la explosión del Monte Pinatubo no tuvo huracanes resultantes de ondas tropicales.»

Los modelos apuestan por el desarrollo del primer huracán

Y es que, hasta la fecha, todavía no se ha formado ninguno. De los tres ciclones nombrados hasta la fecha, los tres no han pasado de ser tormentas tropicales.

Estos tres mapas nos muestran las claves para las próximas horas/días. Hay que visualizarlos de izquierda a derecha. Los mapas muestran la presión en superficie mediante líneas negras, y la precipitaciones medias en 6 horas, expresadas como intensidad (mm/h) en colores.

En el primer mapa de la izquierda, se observan tres sistemas de interés, en previsión para el miércoles 31. Dos ondas tropicales en la Región de Desarrollo Principal, y un posible ciclón subtropical en altas latitudes, al noreste de Las Bermudas (bien lejos de la isla).

Ese posible ciclón subtropical se desarrollaría en las próximas horas, durante el día de hoy.

En los otros dos mapas, se observa que las dos ondas tropicales tienen potencial claro de desarrollo, para convertirse en ciclones tropicales nombrados.

Especialmente la que se encuentra en el corazón de la Región de Desarrollo Principal, al este de las Antillas Menores.

De cumplirse los pronósticos, podría llegar a convertirse en el primer huracán de la temporada, y uno muy poderoso. Afortunadamente, podría quedarse en aguas abiertas, siendo Las Bermudas las que podría tener riesgo de impacto.

Seguimiento de huracanes

Esta sección se actualiza periódicamente con información oficial para realizar un correcto seguimiento de los huracanes, tormentas y depresiones tropicales activos en el Atlántico.

Igualmente, se destacan las ondas tropicales o las áreas de observación de interés que pueden evolucionar en un futuro hacia un sistema tropical, en todo el AtlánticoGolfo de MéxicoCaribe y con especial atención al entorno de España.